Parece que la polémica se cierne sobre el atún rojo ya que como hemos podido leer en algunos medios de comunicación, una intoxicación en diversos países europeos por consumo de atún rojo distribuido por empresas españolas han puesto en el punto de mira a los controles de calidad de nuestro país.
Y es que es cierto que, para bien o para mal, con esta intoxicación se ha descubierto una práctica fraudulenta por partes de algunas (solo algunas) empresas de conservación del atún rojo y consiste en lo siguiente. Inyectar colorantes, nitritos o zumo de remolacha en la carne del pescado para que su color se torne más rojizo y, por consiguiente, aparentar un color de frescura.
Pero no solo frescura, el objetivo de estas prácticas también es conseguir hacer pasar otros tipos de pescado por atún rojo.
Al utilizar componentes que no tienen por qué incluirse en el proceso normal y legal de la conservación del pescado, las empresas no están obligadas a incluirlo en el etiquetado del mismo por lo que reconocer el fraude es bastante complicado
Cómo reconocer un atún rojo auténtico
No os vamos a engañar. A primera vista no lo vamos a reconocer.
Pero es cierto que tenemos un derecho como consumidores. Y es a esto:
Este certificado deben tenerlo todos los establecimientos que utilicen el atún rojo, ya sean supermercados o restaurantes.
Por tanto, como consumidores podemos exigir que nos muestren dicho certificado para verificar la autenticidad del atún rojo.
En cualquier caso, lo último que queremos es generar ni polémica ni miedo. Es simplemente información acerca de una práctica que está sucediendo y que basta con cerciorarse de que lo que se está consumiendo es exactamente lo que se desea consumir.
